La primera perforación, al igual que el primer tatuaje, es una decisión muy importante, ya que es algo con lo que vivirás bastante tiempo. No cabe duda que los tatuajes son cada vez más populares, pero los piercings también ocupan un sitio importante en nuestros días. La razón principal es que el piercing puedes quitártelo, aunque sí que es cierto que algunos dejan huella. Así que, si estás decidido/a a perforarte toma nota de los principales cuidados que debes tener, así cómo qué hacer durante la cicatrización de tu primera perforación.

GUÍA DE CUIDADOS BÁSICOS PARA TU PIERCING

La ausencia de cuidados en las piercings es una de las causas más frecuentes de la aparición de infecciones. Tras la perforación es realmente necesaria una buena higiene de la zona que ha sido manipulada, sobre todo durante los primeros meses.

Para evitar cualquier tipo de problema, lo más importante es recurrir a un lugar autorizado con profesionales en este tipo de perforaciones. Para ello, el personal encargado deberá tener todo el material estrictamente esterilizado, así como emplear productos de higiene como guantes y mascarillas desechables.
lavarse las manos

Antes de tocar tu piercing, debes lavarte las manos con agua y jabón neutro: tocarlo con las manos sucias puede dar lugar a que las bacterias entren en él y, por lo tanto a infecciones. Por eso, es importante lavarse las manos antes de tocarlo, curarlo o limpiarlo. 

Es muy importante limpiarlo correctamente, para ello debes mantener la zona del piercing bien limpia. De hecho, es aconsejable lavar tu perforación dos veces al día con jabón neutro. Para una correcta desinfección, algunos especialistas aconsejan utilizar suero fisiológico una vez terminada la limpieza. Sin embargo, si tu perforación está en la boca es recomendable utilizar un enjuague sin alcohol después de cada comida y antes de dormir, manteniendo una higiene bucal adecuada.

cuidados piercing

Secar la zona con cuidado. Es esencial evitar la humedad en este tipo de heridas, ya que pueden traer consigo infecciones. Para ello, es necesario secar la herida con una gasa después de lavarla.

Visitar al médico si es necesario. Después de la perforación, es natural tener la zona hinchada, roja o sensible durante un par de días. No obstante, hay veces que  hay riesgo de un leve sangrado. Si esto ocurre durante más tiempo e incluso tiene mal olor, pus o presentas síntomas de fiebre, es de vital importancia acudir a tu médico de inmediato.

¿Qué debo hacer para evitar infecciones?

Siguiendo estos pasos, lo más probable es que tu piercing cicatrice correctamente. Sin embargo, para evitar cualquier contratiempo, debes seguir estos cuidados básicos:

  1.  No juegues con él: durante el proceso de curación, evita tocarlo y moverlo, ya que aumentarás la posibilidad de infecciones.
  2. No utilices alcohol: aunque creas que así se desinfecta, no emplees ni alcohol ni agua oxigenada porque retrasarás la cicatrización.
  3. Obvia quitártelo: si lo haces ante de que cicatrice es muy probable que se cierre.
  4. Evita el roce: si tu piercing  se encuentra  en una zona que se cubra, utiliza ropa holgada.
  5. Evita las piscinas: es recomendable que no te hagas el piercing durante el verano, puesto que el cloro de las piscinas es un enemigo de las perforaciones.

Para estar a la última no es necesario arriesgar tu salud. Pon en práctica estos cuidados básicos para evitar infecciones que pueden resultar muy perjudiciales. ¡Cuídate y disfruta del arte en tu cuerpo y tu piel!

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